lunes, 5 de octubre de 2009

Tener armas en Uruguay

Mi padre era un aficionado de las armas. Llegó a tener en su haber dos rifles calibre .22, dos escopetas, una 16 y una 12, dos revólveres calibre .38 y una pistola automática Astra, calibre 7.65. Además de eso, teníamos un rifle de aire comprimido calibre 4.5, el cual usábamos para practicar tiro (jugábamos a quebrar escarbadientes a 10-15 metros) sin atraer la curiosidad de vecinos y fuerzas de la ley.

En mi casa tengo armas desde hace mucho tiempo también, dado que me gusta el tiro práctico y además, considero que es bueno poder defender mi casa en caso de una agresión externa. No tengo mucho tiempo para poder ir a practicar, pero espero volver a hacerlo más seguido. He usado revólveres, pistolas semiautomáticas, carabinas, rifles y escopetas, en calibres desde .22 a 9mm, pasando también por cartuchos de escopetas 16 y 12 (cuya denominación no deriva del diámetro del cañón, sino de la cantidad de balas que pueden hacerse con un lingote de plomo de una libra inglesa, y por lo tanto un número más grande no significa que sea mayor), así que algo de experiencia tengo, aunque todavía no soy un muy buen tirador. La práctica hace al maestro, y en mi caso, todavía no practiqué lo suficiente, así que soy un simple aficionado (aunque con una pistola 9mm puedo darle a un lata de cerveza a 10 metros y con un rifle .22, puedo darle a un melón a 50 metros, lo cual no está por encima del promedio).

Lamentablemente, se me venció el T.H.A.T.A. (Título de Habilitación para la Adquisición y Tenencia de Armas), lo cual me obligó a sumergirme nuévamente en esa maraña burocrática tendiente a desanimar a los potenciales compradores de armas para que desistan de su empeño. No tengo nada en contra de la evaluación psicológica, ni contra el curso de manejo de armas (el cual por suerte no te exigen en las renovaciones), ni contra la capacitación sobre los temas legales que derivan del uso de las armas en sí, sino contra la arbitrariedad de los requisitos en las jefaturas. Depende de donde vivas y con qué cara te vean, es lo que te piden, lo cual es una falta de respeto atroz y lamentable. Y para peor, no te dan la información por teléfono... así que tenés que ir a perder tiempo obligatoriamente, en lugar de poder llevar los papeles necesarios según te los piden y terminar con el trámite sin dejar sangre y sudor en el camino.

Cuando hice el trámite la primera vez era empleado, y todo fué relativamente "simple", pero ahora, me obligan a hacer una declaración jurada que incluya todos los datos de mi empresa, firmada y sellada además por un Escribano Público o Contador. Yo entiendo que necesiten controlar que quien adquiere un arma sea una persona trabajadora y de bien, pero me parece que están exagerando un poco con los requisitos, sobre todo teniendo en cuenta que si algo malo tiene que suceder con un arma, va a suceder de todas maneras, independientemente de que los registros que tengan parezcan indicar lo contrario.

En definitiva, como hay que cumplir con la ley, llevaré todos los papeles necesarios, ya que no pienso renunciar al derecho de tener mis armas, por más trabas que haya al respecto. Reconozco que saber disparar no es una habilidad de uso común y cotidiano (a menos que seas policía o militar), pero no por eso deja de resultarme entretenido, además de permitirme explorar caminos para canalizar mis emociones negativas hacia algo positivo: el desarrollo de la precisión, la paciencia y el autocontrol, sin contar con la seguridad que me brinda el saber manejar armas, algo que a muchos les sonará contradictorio, aunque en la práctica no lo sea.

Las autoridades dicen que el problema de tener armas en casa es que poca gente sabe manipularlas correctamente, así que se suelen producirse accidentes. También se habla de que el robo a una casa donde se almacenan armas termina dejando como consecuencia esas armas en manos de delincuentes, quienes a su vez las utilizarán con fines delictivos o como mínimo, comercian con ellas en el mercado negro, haciendo llegar armas y municiones a donde no deberían llegar. También se habla del índice de suicidios, aunque discrepo al respecto, dado que el suicidio es una cuestión que vá más allá de la simple posesión del arma, sino que ésta solo es una más de las múltiples herramientas que puede usar el suicida para terminar con su vida, más no la única, y el hecho de poseerla o no, no es relevante en sí mismo, sino más bien la motivación autodestructiva del suicida.

Se tiende siempre a relacionar las armas con el delito o con el malhaber, lo cual también me parece injusto. Tener un arma es una responsabilidad, y es mandatorio para quien la posée el saber usarla y manipularla apropiadamente, así que si me preguntan, yo apoyo la tenencia responsable de armas de fuego. No puede haber excusas al respecto, y en eso me parecen muy buenas las exigencias del T.H.A.T.A. asociadas a la psicofísica y la capacitación. No estoy de acuerdo con el slogan "Tenés un arma, tenés un problema", fomentado por el ministerio del interior. El problema es tenerla Y NO SABER MANIPULARLA, NI MANTENERLA SEGURA. Nadie dice nada del cajón de cubiertos donde descansan cuchillas de tamaño respetable, muchas veces al alcance de los niños, ni de los conductores que andan "sueltos" por la calle (a veces sin libreta) y que producen accidentes a un ritmo mucho mayor que los que producen las armas, ni de otras tantas cosas que son iguales o más peligrosas que las armas de fuego, muy a pesar de lo que se diga.

Y cuando digo, "saber usarlas", no me refiero solamente a "saber apuntarle a algo y presionar el gatillo", sino que se trata de saber TODOS los detalles del arma, condiciones de funcionamiento, características, detalles sobre las municiones utilizadas, velocidad de salida, alcance efectivo, etc. Muchos se contentan con decir que saben usar el arma porque saben apuntarla y disparar, lo cual es simplemente insuficiente. El saber cual es la correcta manipulación del arma es tan fundamental e importante como la habilidad de dispararla, así que no se contenten con saber qué calibre dispara y donde está el gatillo.

Esto de los accidentes se da a veces en situaciones y entornos donde parece mentira que sucedan, y donde uno se dá cuenta de que quienes manejan armas diariamente muchas veces no saben siquiera lo básico como para poder hacerlo con seguridad. Hay una anécdota muy mentada que cuenta como un agente de la ley mató a un amigo accidentalmente dentro de una seccional, dado que desconocía el funcionamiento del arma semiautomática que portaba. Supuestamente, quiso hacerle una "broma", la cual consistía en apuntarle con el arma, decirle "¡¡Mirá que te mato!!", eyectar el cargador y presionar el gatillo... lo cual resultó mal cuando se dió cuenta de que el arma detonó el cartucho que estaba alojado en la recámara, y que esa arma disparaba aún sin el cargador insertado (muchas pistolas semiautomáticas no disparan el cartucho de la recámara sin el cargador insertado, como un método simple de seguridad). Como un ejemplo cercano de la ignorancia de algunos agentes públicos, recuerdo una conversación que tuve con un vecino, agente de la policía metropolitana, el cual mirando una bala de .22 que le mostré, me preguntó muy seriamente "¿Y esto como se dispara, si no tiene fulminante?" (para los que no saben, en el cartucho calibre .22 el fulminante se encuentra en un anillo situado al fondo del interior del culote, así que para detonarlo solo hace falta darle un golpe en el borde del culote. Esta diferencia en el cartucho lo hace pertenecer a la categoría de cartuchos de "fuego anular", en contrapartida a otros cartuchos donde el fulminante está en una cámara especial en el centro del culote, denominados cartuchos de "fuego central"). Esto básicamente significa que incluso en las filas de las fuerzas de la ley hay gente que manipula armas sin saber lo suficiente sobre las mismas como para hacerlo con seguridad, o por lo menos desconociendo los principios básicos de su funcionamiento.

Los accidentes con armas de fuego entonces no son más que el fruto de la ineptitud e irresponsabilidad de los implicados. Todas las armas que se fabrican en el mundo vienen con un manual de instrucciones simple y conciso, que contiene además de la información necesaria para operar el arma, una serie de reglas muy básicas y genéricas, que si uno las sigue sin excepciones, no puede haber error al respecto. La manipulación de las armas debe ser ejecutada por una persona capacitada (por eso se incluye un curso de manejo de armas en el T.H.A.T.A.), no por un niño que la encontró, mal escondida por un padre que ni siquiera mencionó el hecho de tenerla, ni las reglas antedichas a su familia.

Lamentablemente, el tema armas está muy mitificado y es prácticamente un tabóo en algunas familias, lo cual simplemente termina produciendo el efecto contrario al deseado. Si hay hijos y armas en la casa, no hay que esconderlas con miedo, sino tratar el tema abiertamente y sin alarmar innecesariamente a los niños. Todos han visto en la televisión como son las armas, y las reconocen desde pequeños, aunque no son concientes del verdadero efecto del uso de las mismas en la vida real. Lo que hay que hacer es explicarles que no se trata de un juguete, ni tampoco se trata de algo malo, sino que es una herramienta, que conlleva peligros si se manipula incorrectamente, igual que un taladro, una amoladora o una sierra, y por eso solo puede ser manipulada por adultos que sepan y entiendan del tema, pero nada mucho más complicado que eso. Ellos verán policías en la calle y sabrán que las armas que portan son herramientas, y no las verán como algo malo, sino como lo que son realmente. Si es posible, llevar al niño a presenciar uno o varios disparos reales (en un medio controlado y seguro) hechos contra un elemento estático y sensible al calibre utilizado, para que vea que si bien el arma es similar a las que ha visto en la televisión, el efecto, tanto sonoro como destructivo es diferente en la vida real, y que es algo a lo que hay que tenerle mucho respeto, no miedo insensato e infundado. La mayoría de los niños al escuchar un disparo cercano y ver el efecto de un arma en cualquier elemento, le quedará claro que no se trata de un juguete, y evitará acercarse por propia convicción. Creo que en este caso, es preferible que sepan y entiendan, en lugar de esconderles la realidad o mentirles.

Con respecto a las armas en manos de delincuentes, bueno... supuestamente las armerías no venden municiones a personas que no tengan el T.H.A.T.A., así que un arma en manos de un delincuente podría llegar a ser inútil si éste no puede adquirir las municiones necesarias para utilizarla, así que ¿como llegan dichas municiones a manos de los delincuentes? Bueno, el robo a casas particulares, robos a armerías, la venta indiscriminada por parte de vendedores con más ánimo de lucro que conciencia y respeto por la ley, y el contrabando son las principales fuentes de municiones ilegales. El precio de las mismas no parece ser un problema (para tener una idea, una bala 9mm recargada vale más o menos $7 y una nueva, ronda los $20, dependiendo de la marca y el tipo), así que por ese lado no hay mucho arreglo.

Opino que también es un tema bastante ridículo la restricción de calibres en las municiones. Uno puede, si quiere, comprar un revolver .357 magnum en cualquier armería, pero como las municiones de ese calibre están restringidas, solo podrá usar balas .38 con esa arma (si, es prácticamente el mismo calibre así que se puede tirar .38 en un .357 magnum, aunque NO a la inversa), o de lo contrario, solo colgarla en la pared para mostrarla a los amigos... el uso real del arma simplemente está restringido por ley. ¿Cual es la idea de permitir entonces comprar armas de calibres restringidos si no se pueden comprar municiones para las mismas? Los "coleccionistas" talvéz sabrán... pero yo sincéramente no lo entiendo.

Por otro lado, hace ya un tiempo se liberó el calibre 9mm para uso civil (no sé si todas las variantes, ya que no he visto las +P+ por ahí a la venta y no he averiguado si hay restricciones de importación para ese tipo de municiones), cuyas características en cuanto a balística y potencia son más apropiadas para un conflicto bélico que para el uso civil, y sin embargo, cualquier persona con el T.H.A.T.A. al día puede adquirir una pistola y municiones 9mm sin mayores problemas, así que no le veo demasiada diferencia en contrapartida al .357 Magnum (bueno, como "tener" diferencia la tiene... el 9mm tiene velocidades de salida que rondan los 370 m/s, y el .357 Magnum tiene unos 440 m/s... y los proyectiles pesan distinto también... con ventaja para el .357).

En fin, la cosa es que el problema de las armas está mal manejado, pero porque arrancó mal desde el principio. Demasiada libertad para la adquisición de calibres pequeños (igual de letales que los más grandes) y restricciones sin sentido para calibres superiores (por lo menos para los considerados "no militares"). Ahora se intenta trabar a los civiles mediante procedimientos burocráticos, aunque los más decididos igual adquieren (adquirimos) las armas de todas maneras. Y que no digan que con el ciudadano desarmado, hay menos crimen en las calles. Ya ha habido ejemplos clarísimos en los que se ha fomentado el desarme en los civiles, lo cual trajo como consecuencia un aumento brutal del crimen, ya que los delincuentes armados tienen menos probabilidad de enfrentarse a un arma en manos de su víctima si saben que los civiles a los que atacan y que cumplen con la ley no tienen la posibilidad de defenderse con armas de fuego (hubo un ejemplo de relevancia en Morton Grove, Illinois en el 81, donde se prohibió la tenencia de armas de fuego para los civiles y como resultado, se incrementó el número de robos, lo cual sucedió también en Inglaterra (un aumento del 115% en crímenes violentos), en Australia y en Canadá), así que asegurémonos de que no nos mientan acerca de la seguridad en las calles para que apoyemos insensatamente el desarme ciudadano.

En definitiva, este es un tema "caliente", para el cual no hay una buena solución, asi que tendremos que aceptarlo. Si me preguntan (y por si no lo dejé claro en lo que han leído hasta ahora), yo opino que no es malo tener armas de fuego en casa, sino que lo malo es la ignorancia asociada a ellas.

Maquiavelo decía que "es irracional esperar que un hombre desarmado deba permanecer a salvo y seguro cuando sus servidores están armados", y si bien a muchos les sonará muy mal, creo que tenía toda la razón del mundo. La constitucion nos dá el derecho de proteger nuestra casa de cualquier amenaza, así que no nos dejemos admedrentar por las trabas burocráticas y si somos ciudadanos honestos, ejerzamos nuestro derecho. Prefiero tener un arma y no necesitarla, que necesitarla y no tenerla.

"Si vis pacem, para bellum" (Si deseas la paz, prepárate para la guerra)


Ahora, y para terminar este extenso artículo, los dejo con los consejos básicos de manipulación de armas de fuego y municiones, que creo que todo poseedor de armas debe conocer y seguir:

1) Las armas deben tratarse siempre como si estuvieran cargadas, sin excepciones.

2) Lo primero que se debe hacer al tomar un arma para manipularla, es confirmar que está descargada, sobre todo cuando tome armas que no le pertenezcan o con las que no esté familiarizado.

3) Nunca se debe apuntar un arma a algo que no se tenga la intención de destruir, ni siquiera en broma.

4) Mientras no tenga la intención de disparar, mantenga sus dedos lejos del gatillo.

5) Si piensa disparar, verifique antes su entorno y el entorno cercano al objetivo. Si tiene cualquier clase de duda sobre la posibilidad de alcanzar su blanco, no dispare. Un proyectil de un arma de mano tiene un alcance mínimo efectivo de 100 m., y uno de rifle de calibre pequeño, más de 1500 m.

6) Nunca deje un arma cargada sola.

7) El sistema de seguridad del arma no es sustituto del sentido común. Hasta los seguros de las armas pueden fallar. No asuma que todas las armas tienen seguro. La mayoría de los revólveres y muchas armas semiautomáticas (cito la Glock standard como un ejemplo claro) no poséen sistemas de seguridad que eviten que dispare en condiciones normales.

8) Aprenda y conozca todos los detalles de sus armas. Sepa en qué condiciones disparan y en qué condiciones no, y nunca ejecute pruebas que violen las especificaciones del fabricante. Todas las armas son diferentes, así que su habilidad en el uso de una variante no lo hace apto para utilizar otros tipos de armas.

9) Actúe responsablemente. Nunca mezcle armas y bebidas alcohólicas o drogas. No utilice su arma para festejos, ni dispare al aire. Si va a disparar, siempre hágalo hacia una zona segura, libre de animales, personas o bienes que no tenga intención de dañar.

10) Cuando vaya a utilizar su arma, verifique que el cañón de la misma está libre de obstáculos o suciedad. Nunca verifique esto apuntando el arma hacia ustéd. En el caso de los revólveres, puede hacerlo volcando el tambór y viendo a través del cañon desde el lado del atrás, en las automáticas, casi siempre se puede verificar retrocediendo la corredera y viendo la recámara con luz de frente al cañón, y en el caso de armas de cañón largo, en los casos en que no pueda mirar todo el largo del cañón, utilice un espejo o herramientas apropiadas para hacerlo.

11) Siempre verifique que la munición que vaya a utilizar sea del calibre apropiado para su arma. Si bien hay municiones que pueden ser intercambiables, e insertadas en armas de diferente calibre, no todas las armas soportan la presión de la detonación y usted puede como mínimo dañar su arma, o resultar herido o muerto.

12) Si usa una pistola, y se traba ("encasquilla"), retire el cargador, luego abra la corredera y asegúrese de que no hay un proyectil o un bloqueo en la recámara y el cañón, todo sin dejar de apuntar el arma hacia una zona segura. Si usted disparó, pero no hubo detonación, mantenga el arma apuntando hacia una zona segura y espere unos 20 o 30 segundos antes de intentar retirar la bala que no detonó. Si sucede algo inesperado o inusual con el arma, deje inmediatamente de disparar, descargue el arma e inspecciónela antes de seguir adelante.

13) Mantenga su arma limpia y en buenas condiciones. Un arma sucia o descuidada puede fallar, a veces con consecuencias fatales. Esto es válido incluso para armas con gran tolerancia a la suciedad y al maltrato, como las Glock y las Jericho.

14) Si observa que alguien manipula un arma inadecuadamente, llame la atención de los demás a su alrededor y adviertales sobre el peligro, además de intentar explicarle a la persona que lo que está haciendo está mal y porqué. La seguridad es mejor cuando nos cuidamos entre todos.

15) Si va a practicar tiro, asegúrese de tener el equipo de protección necesario. Como mínimo, se debe usar un par de lentes resistentes a impactos y protección auditiva apropiada. Los mejores lentes para práctica de tiro son los que cumplen con las especificaciones ANSI Z87.1, OSHA y MIL-V-43511C. ESS (Eye Safety Systems) es el único fabricante de lentes para práctica de tiro que cumplen con todas las especificaciones (UPDATE: Yo antes tenía unos Guarder C3, intercambiables, pero los perdí y me compré unos ESS ICE 2.4, que la verdad es que son en extremo recomendables).

16) Si va a transportar el arma, debe estar descargada y en un estuche apropiado.

17) Si practica en un polígono, siga las instrucciones de los encargados del mismo, y esté atento a las órdenes de alto el fuego. Nunca deje que nadie lo acompañe en la pedana de tiro. Los acompañantes deben permanecer a distancia segura hasta que usted o los encargados les indiquen que es seguro acercarse.

18) Si tiene armas en su casa y tiene hijos o menores a cargo, edúquelos para que sepan sin lugar a dudas de qué se trata y que solo los mayores deben manipularlas. Trate de evacuarle todas las dudas posibles sin mentirles en lo absoluto, de esa manera se evitará que quieran descubrir las cosas por si mismos. Si le es posible, demuéstreles el efecto del arma. Una imagen vale más que mil palabras y en este caso, no hay mejor elemento disuasorio que una mirada a la realidad.

19) Si va a hacer mantenimiento del arma, asegúrese de que está descargada y mantenga lejos las municiones. Para limpiar el arma no es necesario que las municiones estén cerca. No descuide el arma mientras esté acompañado.

20) No haga modificaciones en su arma. Además de ser ilegal, es peligroso si no se sabe lo que se hace. Si necesita instalar algún accesorio, acuda a un armero registrado. Ellos tienen la herramienta necesaria y conocen los mecanismos de las armas lo suficiente como para asesorarlo sobre las opciones disponibles en cuanto a modificaciones, incluso también pueden informarlo sobre la legalidad de la modificación.

21) No recargue municiones sin capacitarse apropiadamente antes de hacerlo. Un error en el tipo de pólvora, o en la carga de la munición pueden resultar en un accidente fatal. Si prueba municiones que recarga, asegúrese de hacerlo siguiendo las pautas de seguridad que los fabricantes de los elemenos que utilice definan.

22) No manipule municiones vivas (cargadas) de forma inapropiada. No intente descargar o desactivar municiones si no sabe como hacerlo. No intente detonar los fulminantes fuera del arma, ya que aunque no tengan toda la carga de pólvora que se requiere para disparar el proyectil, tienen suficiente carga como para lastimar a quien las manipula. Mantenga armas y municiones lejos de elementos que puedan incendiarse o que produzcan calor.

23) Si va a viajar o a ausentarse por un período de tiempo prolongado, lleve sus armas y las municiones a un depósito seguro, donde permanezcan bajo llave y vigilancia, y así evitará que en caso de una desgracia (robo de su vivienda) sus armas terminen en manos equivocadas.

24) Si tiene dudas sobre sus armas, consulte a un experto que sepa y le pueda explicar claramente, disipando sus dudas. Nadie nace sabiéndolo todo, y es muy importante tener claros todos los detalles en lugar de asumir incorrectamente casos y situaciones sin estar seguro.

Bueno, creo que esto es (casi) todo. Seguro se me pasó algo, pero tome en consideración que solo soy un aficionado.

Enjoy your shooting! :-)

 
Gustavo Castro

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