Inauguramos el recetario exótico de este mes, con una receta casera y rápida que tuve que improvisar para no desperdiciar unas bananas que nadie en casa aceptó deglutir en tiempo y forma, y ya amenazaban con convertirse en puré de cambur en sachet (con etiquetas ovaladas indicando marca y procedencia, pero que no detallaré aquí).
Los ingredientes:
Masa:
- 1 1/2 tazas de harina
- 2 cucharadas grandes de manteca
- 1 taza de azucar
- Ralladura de dos limones
- Menos de una taza de leche
- 1 cucharadita de polvo de hornear
Relleno:
- 4 bananas (cualquier variedad sirve, siempre que estén a punto)
- 2 huevos
- 3 cucharadas grandes de azucar
- 1 chorrito de vainilla
- 1 pizca de canela
- Algunas gotas de limón
Preparación:
Se mezclan los ingredientes para la masa en un bol hasta que la consistencia es la de una masa suave y maleable. Se estira con cuidado sobre una superficie plana, y se separan en dos partes, de tamaño suficiente como para cubrir el fondo de una asadera pequeña con una parte y taparla con la otra parte.
Se pelan y pisan las bananas en un plato y se pone el resultado dentro de un bol. Allí se mezclan con el resto de los ingredientes para el relleno, de forma tal de conseguir una consistencia semilíquida. Se bate a rigor durante unos 5 minutos.
Se pone la parte de abajo de la masa en la asadera, se vierte el relleno y se tapa con la parte superior. Se sellan los bordes y se pone al horno alto durante unos 25 minutos.
El resultado es un pastel de masa dulce relleno de algo que podría darse en llamar soufflé de banana... o sea, un "Pastoufflé de cambur" (para que quede "exótico" cuando lo presentemos al público). Lleva unos 20 minutos de preparación (incluyendo el rallado de los limones) y la verdad, no queda mal... aunque sí queda mal que yo lo diga :-)
¡Ah!, me olvidaba del emplatado (sino, no puedo mandarlo al canal "El Gourmet"):
Se corta una rodaja triangular de "Pastoufflé" (es medio complicado si la asadera es rectangular o cuadrada, pero ¡todo está en la mano del cocinero!), se lo pone en un plato de postre (es un postre, ¿no?), se ponen dos hojas de menta (el cliché del emplatado dulce, no se olviden que para el caso de los platos salados, es el perejil...), una tira fina de cáscara de naranja en corte helicoidal, y un chorrito de salsa de caramelo, mezclada con vino garnacha en el fondo (¡tomá emplatado!).
Supongo que con manzanas u otras frutas similares quedaría bien también (eviten las sandías, por razones obvias...).
Bon apéttit! :-)
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